Tras la brillante clasificación para la segunda fase del Campeonato del Mundo femenino que se está disputando en China, primeros de grupo, invictos y con los cuatro puntos, el equipo español afronta la parte más dura del torneo, teniendo que enfrentarse a rivales históricos en el balonmano femenino mundial, escollos que habrá que superar para acceder a las ansiadas semifinales.
El presidente de la R.F.E.BM. Juan de Dios Román, ha querido valorar este espectacular arranque del Mundial y la segunda fase que empieza mañana.
“Hasta el momento la actuación del equipo nacional hay que calificarla de impecable. Ha entrado en competición con un calendario favorable, que le ha permitido incluso la adaptación a los nuevos horarios, frente a los rivales más asequibles (Costa de Marfil, Argentina y Kazajstán) y en este sentido el equipo cumplió con las expectativas, amoldándose a la competición y afrontando los dos partidos fundamentales de esta primera fase, interpretando correctamente la estructura del campeonato para pasar a la segunda fase con el máximo de puntos.
En la segunda etapa de esta primera fase (China y Corea), los resultados obtenidos permiten abordar el futuro en la mejor situación posible. La muestra de autoridad frente al anfitrión nunca es fácil, y la victoria ante Corea, un país que tiene entre otros títulos dos oros olímpicos y un subcampeonato del mundo, y siempre formando parte de ese grupo representativo de altísimo nivel del balonmano femenino, sólo puede calificarse como un notable éxito, reforzando las declaraciones del selecciones respecto al plus de confianza que este tipo de victorias dan al grupo para afrontar el futuro”.
Ahora en la segunda fase, España se va a tener que medir con tres clásicos del balonmano mundial, a los que ya nos medimos en el histórico Campeonato de Europa 2008 de Macedonia.
“Al margen del Europeo, lo relevante es que estamos ante una competición de 10 puntos, de los cuales llevamos conseguidos 4. Por orden cronológico Hungría, Rumania y Noruega son selecciones punteras y con un historial mucho más sólido que nuestra selección. En consecuencia podemos decir que los tres partidos son ante rivales de fuste.
En esta lucha por sumar puntos se pueden definir situaciones en razón de nuestros méritos, pero igual hay que pensar en lo que pueda dar o quitar la propia selección de Corea. Por lo tanto, afrontamos un dibujo de tres partidos, o lo que es lo mismo, seis puntos, que tienen importancia vital para alcanzar el gran objetivo de estar entre los dos primeros del grupo y acceder a semifinales”.
“El encuentro de Corea va a ser un calco de los tres restantes”
Ya no hay rivales fáciles, sobre todo porque todos los clasificados tienen posibilidades reales de entrar en la lucha por las medallas, aunque para ello se tengan que dar combinaciones complejas.
“Ninguno de los tres partidos es más o menos fácil, sino que el futuro pasa por la seguridad que la propia selección española tenga en sí misma para mejorar aún su juego, y en ese sentido tenemos posibilidades de conseguir ese objetivo de mejora.
Hay que avisar que las grandes dificultades empezaron en el partido con Corea, rival al que se ganó por un solo gol, si bien el partido se controló con cierta suficiencia. Este encuentro va a ser un calco de los tres restantes. Una pérdida de balón menos, un mayor o menor éxito en el porcentaje de 7 metros, una exclusión, todos ellos son variables que pueden desequilibrar un partido”.
“Los rivales ya miran a España como mucho respeto”
Lo que da a entender que la igualdad entre los equipos clasificados es máxima.
“El gran avance desde hace un año hasta estos momentos es que España sí es capaz de estar en esas situaciones límites para codearse con los mejores, lo que revela el alto nivel de nuestra selección”.
Estos días las propias jugadoras manifestaban que ahora los rivales nos ven con respeto. Es el salta cualitativo, la mayoría de edad, el haber entrado en la elite.
“Venir de ser plata en el Europeo de Macedonia es un toque de atención para todos los rivales, algo muy distinto de lo que suponía enfrentarse a nuestra selección hace 5 o 6 años.
A estos se añade la primera fase realizada en este Campeonato del Mundo, donde España ha mostrado unos altísimos valores defensivos, y los puntos conseguidos frente al equipo anfitrión y los dos valiosísimos frente a un rival del nivel de Corea, hace que los rivales que tradicionalmente estaban en la lucha por las medallas miren a España como mucho respeto.
Desde el punto de vista del presidente este aspecto es lo realmente importante, haber alcanzado la elite, estar en ese ramillete de 6 u 8 equipos entre los que las diferencias se han acortado para optar a los puestos de honor. A partir de estos momentos será cuando los factores aleatorios de los partidos previsiblemente igualados, supongan estar entre los mejores, en el podio o los cercanos a las medallas.
Los puestos de honor del Europeo no fueron una casualidad y la selección española estar para optar a las mismas metas en el Mundial de China”.
“Pasar a la segunda fase con 4 puntos es un tesoro”
El seleccionador hacía una valoración muy positiva de los logrados hasta ahora, recalcando que hay que tener los pies en el suelo, ya que todavía no se ha conseguido nada.
“El seleccionador se ajusta a la realidad y al pragmatismo que dibuja la situación. Pasar a la segunda fase con 4 puntos es un tesoro, pero restan 6 más por disputar contra equipos que históricamente han estado por encima de España.
Lo que tenemos por delante es una ocasión extraordinaria para seguir escalando en el ranking mundial de nuestro balonmano femenino, y conviene precisar que el presidente de la R.F.E.BM. está enormemente feliz y orgulloso de cómo está actuando la selección.
Al igual que en el balonmano masculino nuestro proyecto está enfocado al desarrollo olímpico en el que caminamos, y en consecuencia los Juegos Olímpicos de Londres 2016, cada año, para lo bueno o para lo malo, tenemos el examen de un Campeonato del Mundo o de un Campeonato de Europa”.
Se suele decir que en el deporte, un entorno favorable, con armonía y unión, obtiene un mayor rendimiento, tanto del grupo como de las individualidades. Me consta que el presidente de la R.F.E.BM. es consciente el excepcional ambiente que reina en el seno de la selección.
“Es indispensable. No hay ninguna posibilidad de éxito, incluso en equipos llenos de talento, si no existe armonía y cohesión en el grupo, y según todos mis informes, el principio de unidad, espíritu colectivo y comunicación fluida está muy vivo en esta selección. Cuando aparezcan los momentos difíciles, que con toda seguridad aparecerán de aquí al final del campeonato, será el espejo nuevo en el que observar que el bloque conseguido tiene condiciones y actitud favorable para afrontarlos como hasta ahora”.