La primera parte del partido frente a Argentina es más significativa respecto a la mejora del equipo que la solemne goleada ayer sobre los australianos. Como predijo Valero Rivera en la sala de prensa, esta Argentina poco tiene que ver con la que cayó con estrépito ante los nuestros en Algeciras.
Pero el juego de España sigue sin esa alegría que le ha caracterizado durante toda la preparación. Hoy se ha sufrido en ataque frente al 5:1 argentino, con Kogovsek de avanzado, alternándolo con el 3:2:1 con Querin y Vidal saliendo a las ayudas. Y se ha sufrido porque se siguen perdiendo muchos balones en la zona de pase de los 10 metros.
El arranque de la albiceleste fue muy intenso, manteniendo el partido igualado hasta el minuto 11. Los goles de un Andreu muy participativo y con poderío en los seis metros, se veía contrarrestado con los goles del cañonero Migueles y las contras de Viscovich.
En el minuto 8, un lance fortuito en defensa de Alberto Entrerríos, le significó descalificación por roja, justificado por la pareja arbitral como un golpe manifiesto en el rostro del atacante argentino.
Sierra mantenía la inferioridad con dos paradas consecutivas y daba aire a un equipo que, tocado en su orgullo, comenzó a tirar del partido hacia delante.
Fue entonces cuando se pudo ver a Ruesga en la faceta que más le gusta, fintando y lanzando duro desde los 9 metros, como se pudo comprobar que si Cañellas entra fintando al punto débil, es imparable.
Tras ponerse 5 arriba (11:6), vino un apagón repentino. Tres pérdidas, blandos en defensa y un parcial de 0:2 para una albiceleste que mantenía el partido vivo.
El 6:0 planteado por Valero para hoy ha funcionado con intermitencia, sólido en gran parte, pero con despiste en ocasiones creando facilidades.
Ruesga y Juanín sobre la bocina devolvían las diferencias a 4 goles (15:11).
Parciales cada 5’: 1:1 / 3:3 / 7:4 / 10:6 / 13:8 / 15:11