Han pasado más de 21 años desde que “Chefi” llegara a la Real Federación Española de Balonmano, allá por el 1 de febrero de 1988. Mucho ha llovido desde entonces, y esta peculiar mujer, docta y formada, ha cerrado su brillante etapa laboral en el mundo del balonmano español.
Su dominio del inglés y alemán ofrecía un servicio único que se ha mantenido hasta hoy. Amable, cordial, humana, con sus “chascarrillos”, pero sobre todo profesional, Chefi es una de esas personas a las que se admira, se valora, y sobre todo, se quiere.
La R.F.E.BM., en nombre y representación del balonmano español, ha querido agradecer modestamente sus servicios, o mejor dicho, la entrega a nuestro deporte de muchos años de su vida. Traductora por excelencia, su contacto diario y reconocido con la I.H.F., la E.H.F., las federaciones internacionales, los clubes, y un largo etcétera, han sido su labor en estos años.
Por eso, en un “hasta luego”, los empleados y colaboradores de la R.F.E.BM. hemos tenido el placer de compartir con ella mesa y mantel, para mostrarle nuestra gratitud y afecto, algo que resumió el presidente Juan de Dios Román al expresar que “ha sido un persona ejemplar en el trato y en su profesionalidad, dejando su huella en el balonmano español”.
Chefi, ¡gracias por todo! Se va una excelente trabajadora, pero siempre tendremos una gran amiga.