Al final no hubo sorpresas y el comité técnico de la liga Asobal que se desplazó a Toledo para evaluar sus instalaciones decidió que el Javier Lozano sea la nueva sede del Lábaro Toledo BM. En esta visita, donde también estuvieron presentes el presidente del club Mario Gómez y el concejal de Deportes Alfonso Martín, las mejores prestaciones del recinto del Salto del Caballo fueron determinantes.
Y es que en la terna también estaban el pabellón de Santa María de Benquerencia, sede habitual del club, y el del Hospital Nacional de Parapléjicos. Este último pronto fue descartado por los técnicos. Además de que el plazo de obras indique que hasta principios de 2010 no estará terminado, el aforo total con el que contará será de apenas medio millar de asientos, una cifra muy lejana de los 2.500 que fija la normativa de Asobal.
Como es sabido, la opción de Santa María de Benquerencia era la que defendía el club. En estos ocho años de vida del Toledo BM., su identificación con el barrio del Polígono ha generado una unión a la que no estaban dispuestos a renunciar. Pero para que el equipo pudiese continuar aquí, era condición indispensable que se derribase el muro lateral para construir una grada nueva.
Finalmente, Asobal ha creído que esta reforma es demasiado importante como para poder acometerla antes del comienzo de la liga, por lo que ha declinado esta opción. Además, para el Ayuntamiento tampoco sería fácil dar la disposición casi absoluta del pabellón más concurrido de la ciudad al club naranja.
Reformas
De todas maneras, el que el Javier Lozano sea mejor opción no quiere decir que cumpla con la normativa. El concejal ha conocido de primera mano los cambios que tienen que producirse para poder acoger partidos de Asobal. En primer lugar, el aforo tendrá que aproximarse a 2.000 personas, puesto que el primer año se concede una moratoria a las 2.500 que establece el reglamento. Para ello, se instalarán gradas fijas donde ahora están las supletorias.
En lo que a la pista se refiere, el parquet ha pasado la prueba, pero tendrá que ser repintado y las líneas trasladadas unos metros para cumplir la zona de seguridad respecto a uno de los laterales. El resto de reformas conciernen a los vestuarios y algunas de las salas.
Todos estos cambios deberían de estar completados para el mes de agosto, cuando el equipo empezará la pretemporada y necesitará disponer de su nueva ‘casa’ para acometer sesiones preparatorias de mañana y tarde.
El Día de Toledo