La hora de la verdad al final ha llegado. Todo el trabajo desarrollado a lo largo del ciclo olímpico culmina mañana, 7 de agosto, en la eliminatoria de cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024 que enfrenta a los Hispanos con Egipto a partir de las 9:30 h., en directo por La 2 de RTVE, en el estadio Pierre-Mauroy de Lille.
Es triste decir esto, sobre todo porque el trabajo ha sido ingente, pero absolutamente nada de lo hecho hasta este momento en los últimos tres años importa ya. Los Hispanos se han ganado por derecho propio esta plaza, y mañana se lanzan a la batalla conocedores de que es el último peldaño que separa al balonmano masculino español de las medallas olímpicas.
Egipto es el adversario a batir. Seguramente el rival que todo el mundo quería, ya que dispone de menos ‘nombre’ que equipos como Dinamarca, Noruega o Francia, pero mal haríamos en subestimarle. Primero y más obvio, porque es el segundo clasificado del Grupo B, lo que significa que en el camino ha doblegado a Noruega, además de empatar con Francia en territorio galo. Esto, inequívocamente, nos da una señal del nivel que atesora. Segundo, porque es el equipo que mayor progreso ha mostrado en el último lustro, hasta el punto de competir de tú a tú con las grandes favoritas del Viejo Continente. Y por último, pero no menos importante, porque está dirigido por un entrenador español, por Juan Carlos Pastor, aquel que hizo a España por primera vez en su historia campeona del mundo, allá por 2005. Es decir, que se interpone en el camino de los Hispanos una persona que conoce la forma de jugar española como pocos… por lo que, por ahí, Egipto ya parte con ventaja.
La historia favorece de forma abrumadora los intereses del combinado español, ya que ha conseguido la victoria en 27 de los 29 compromisos que ha protagonizado ante el conjunto africano, firmando dos empates por el camino. Y, a pesar de que el último precedente nos emplaza a la final de los Juegos del Mediterráneo de Orán 2022 –con victoria final de los Hispanos–, cabe recordar que hace tres años, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Egipto y España se enfrentaron por la medalla de bronce que, a la postre, fue conquistada (31:33) por los hombres de Jordi Ribera.
"VAMOS EN UNA DINÁMICA POSITIVA Y CON BUENAS SENSACIONES"
Gonzalo Pérez de Vargas, capitán de los Hispanos, asegura que "el equipo ha ido a más partido a partido, y quizá ya hemos pasado el más complicado, ante Croacia, porque sabíamos que la derrota nos hacía estar eliminados; a pesar de que empezamos a sentir que las fuerzas flaquean, vamos en una dinámica positiva y con buenas sensaciones".
Sobre Egipto, apunta que es "un equipo que ha estado jugando contra los mejores los últimos años, pero sin fortuna en forma de medallas... pero ha estado ahí; un conjunto muy físico, trabajado en los últimos años por técnicos españoles, que les han enseñado muchas cosas desde el punto de vista táctico".
Jorge Maqueda, uno de los jugadores más veteranos del plantel español, sabe perfectamente lo que significa trabajar a las órdenes de Juan Carlos Pastor: "un gran entrenador que seguro va a analizar nuestros partidos para hacerlo lo mejor posible; al final, que un equipo tenga un entrenador español, les da pistas de cómo jugamos, y en este caso muchos de nosotros hemos pasado por sus manos".
De todas formas, el lateral de Quero lanza un mensaje tranquilizador: "hemos tenido una fase de grupos con luces y sombras, pero nos encontramos bien y con confianza por el último resultado ante Croacia". Avisa, eso sí: "somos conscientes de que Egipto no es el rival sencillo que mucha gente espera, están jugando muy bien, con un balonmano que les ha servido para quedar en segundo lugar del otro grupo".
Fotografía: Sasa Pahic Szabo / IHF / Kolektiff