Jordi Ribera es balonmano. Y por ello vivir confinado, privado de la adrenalina que supone dirigir a los Hispanos desde la banda, ha sido un problema para el técnico español, que atrincherado en su domicilio de la localidad gerundense de Sarrià de Ter ha consumido balonmano en grandes dosis para amenizar la larga espera.
“Seguramente una media de dos partidos al día”, asegura el propio Jordi, inmerso en el verano más extraño de su vida. “La mayoría de ellos, del Campeonato de Europa de enero, sobre todo los partidos de los otros grupos que durante el torneo no llegas a ver con calma; y evidentemente los partidos que hemos protagonizado nosotros, nos ha permitido revisar todo, elaborar resúmenes largos y preparar cortes para trabajar sobre aspectos de mejora en las próximas actividades”.
Sí, hasta el mejor equipo del continente debe mejorar: “aspectos concretos del sistema defensivo tanto en el 5-1 como en el 6-0, y en ataque analizar por qué hemos tenido esas lagunas, como en el partido ante Eslovenia de semifinales que, a pesar de ser de los mejores, al final sufrimos un poco, o el ultimo de Main Round frente a Croacia en el que disponíamos de una ventaja cómoda“.
"Estar faltos de actividad nos hace recordar lo último, que es precisamente este título, así que la vivencia sigue más presente en nosotros que nunca"
La pandemia del COVID-19 no nos ha dejado disfrutar de la corona continental como debería, pero en la memoria de Jordi Ribera no queda un sabor agridulce por ello: “todo lo contrario, estar faltos de actividad nos hace recordar lo último, que es precisamente este título, así que la vivencia sigue más presente en nosotros que nunca; agridulce es la consecuencia del COVID-19 que nos ha privado de disputar los Juegos Olímpicos de Tokio en el mejor momento de este equipo”.
El hecho de desplazar la cita olímpica al verano de 2021 ha obligado a algunos jugadores a ‘recalcular’ su carrera deportiva, y el mejor ejemplo de ello es Raúl Entrerríos, que finalmente ha extendido un año su contrato con el Barça. “Con Raúl he podido hablar diferentes veces y está muy contento de seguir jugando, pero él es primero que ha dicho en algunas entrevistas que este hecho, seguir en activo, tampoco le garantiza estar en Tokio; y ese mensaje de parte del capitán es muy importante, porque es el primero que sabe que queda un año por delante y todo el mundo debe volver a ganarse un sitio en el equipo”.
Jordi Ribera no elude ninguna pregunta, y lo más importante: sus palabras destilan un análisis mesurado y reflexivo que impacta. ¿Cómo va a afectar a Julen abandonar un equipo aspirante a todo en la Champions como el Kielce para regresar a Irún? “No veo en ello algo negativo, pero sí que tendremos que estar atentos a ver el impacto que tenga en él a nivel físico, por un mayor desgaste quizá, al tener posiblemente un rol de mayor importancia; pero él es perfecto conocedor de que debe mantener un estado de forma óptimo y, además, marcha a un equipo competitivo y va a estar en casa, lo que le podría permitir trabajar y prepararse con tranquilidad”.
Liga Sacyr ASOBAL, 18 equipos, 34 jornadas... y en año olímpico: “es una carga muy grande para los jugadores, para todos los jugadores; es verdad que nosotros, hasta ahora, no hemos utilizado muchos jugadores de la liga española, pero está claro que aquellos que vayan a estar en Egipto, van a llegar con una carga de partidos verdaderamente importante”.
"El mensaje de Raúl Entrerríos es muy importante, porque es el primero que sabe que queda un año por delante y todo el mundo debe volver a ganarse un sitio en el equipo"
¿Y qué Hispanos tendremos en el Campeonato del Mundo de Egipto? El 5 de septiembre conoceremos los rivales, pero “en estos momentos es muy pronto para pensar en el equipo con el que acudiremos a esa cita, y más en estos momentos que cada mes parece que tenemos muchas cosas novedosas en las que pensar; lo que es evidente es que el bagaje de jugadores del que disponemos, fruto del trabajo de estos últimos años, es grande, por lo que es importante ver cómo arrancan las distintas competiciones y qué nivel presentan los jugadores”.
Y no debemos olvidar que el papel que desempeña Jordi Ribera en la Real Federación Española de Balonmano va más allá del rol de seleccionador, ya que es el director técnico y ha trabajado con profundidad en el desarrollo de la base. Y en ello, el COVID-19 ha resultado muy nocivo: “supone un hándicap grande, tanto para las actividades de tecnificación como en el caso de los equipos españoles de base, que han visto suspendidas sus competiciones; es una lástima porque se había generado una metodología de trabajo muy positiva, ahora estamos en contacto con los Servicios Médicos para programar las próximas actividades en el CAR de Sierra Nevada, pero lo verdaderamente importante es que regrese la actividad en general”.
Y es clave, porque ahí están los Hispanos del mañana: “es difícil pensar qué equipo tendremos en 10 años, pero sí que es importante mantener sus señas de identidad que tan distintos nos hacen del resto; por fortuna gozamos de grandes entrenadores, tenemos que seguir trabajando duramente en la base y que los jóvenes hallen en el balonmano un proyecto de vida”.
