Jugadores de todas las generaciones, directivos, delegados, árbitros, entrenadores… El balonmano malagueño despidió ayer como merece, con todos los honores, a Juanjo Fernández. El incombustible técnico malagueño, que ha anunciado su retirada después de tres décadas y media en activo, vivió una jornada inolvidable a la que no faltaron ni lo grandes jugadores -encabezados por Ortega y Quino- ni todos aquellos que han mantenido a Málaga en la élite de este deporte. Fue un día intenso, con más de un centenar de participantes en los partidos matinales en los Maristas, y más de 200 personas en el almuerzo.